Los conceptos de Medicina y Nutrición Funcional abarcan la genética, la intervención clínica por medio de la biología de los sistemas; comprendiendo la influencia de factores ambientales y estilos de vida en el surgimiento o progresión de la enfermedad.

La Medicina  Funcional, es una ciencia integrativa fundamentada en evidencia científica, que expande el diagnóstico nutricional de nuestros pacientes, entendiendo la interconexión entre los sistemas y sus vías metabólicas, considerando la condición clínica y la individualidad bioquímica del paciente para la restauración del equilibrio de estos sistemas con la corrección de posibles deficiencias nutricionales.

En la práctica clínica, pone el foco en la individualidad bioquímica, teniendo en consideración los factores genéticos, fisiológicos y bioquímicos de cada paciente como ser único. Estos antecedentes orquestan el funcionamiento del organismo y sus necesidades nutricionales, y a su vez, interactúan con factores ambientales incluyendo hábitos alimentarios, toxinas, contaminantes, estrés y actividad física.

El tratamiento está centrado en el paciente y no en la enfermedad. En cada consultante evaluaremos, los antecedentes de la vida del paciente y la historia familiar (genética); los disparadores que pueden ser originados por estrés físico, mental y oxidativo, trauma, radiación, y microorganismos; los mediadores químicos (hormonas, neurotransmisores, citocinas, radicales libres), subatómicos (iones), cognitivos y emocionales (creencia cognitiva o emocional en relación con enfermedad, miedo, ansiedad), social y cultural (relaciones interpersonales profesionales y familiares) asociados a disfunciones del organismo.

También, se contempla la acción y la forma en que son absorbidos los nutrientes a nivel celular. Entendiendo que ésta no solo depende de la adecuación de la ingesta, sino también de la relación de equilibrio entre estos componentes los cuales actúan en sinergia dentro del organismo, del origen de los alimentos y su forma de conservación y preparación, la composición química de los suplementos y, finalmente de la condición de absorción y / o patología y de las necesidades nutricionales individuales.

Y, por último, pero no menos importante, acompaña a cada consultante a modular los desequilibrios existentes y restablecer la relación positiva entre sistemas, logrando una salud plena, es decir, con vitalidad positiva.

En resumen, el objetivo de la Nutrición Funcional es aplicar conductas personalizadas para equilibrar funcional y nutricionalmente el organismo y modulares respuestas al genotipo y a diferentes factores que predisponen desequilibrios y enfermedades, promoviendo la salud como vitalidad positiva.